Cómo empezar a ordenar tu hogar y no morir en el intento, es mi pequeño homenaje a la gran Carmen Rico-Godoy y su título más conocido y plagiado, “Como ser una mujer y no morir en el intento”.
En esta ocasión, nos vamos a centrar en como empezar a ordenar tu hogar y no morir en el intento. La organización del hogar, muchas veces te lleva por la calle de la amargura al no saber, simplemente por dónde empezar.
Por más que recoges y guardas, nunca ves resultados. Aunque en realidad no guardas, sino que escondes lo que está a la vista, sin ningún control, y te pones la trampa de no poder encontrarlo, la próxima vez que lo necesites.
La imagen real, es como la de cualquier película de universitarios, cuando abres el armario aquello parece una explosión de confeti.
Da igual, si el espacio que tenemos es grande o pequeño, si el armario es enorme o mini, si los cajones son profundos o superficiales, siempre se llenará de objetos, y en la mayoría de los casos, más de la mitad de lo que hay, no vale para nada.
Distintas formas de empezar a ordenar tu hogar.
- Empezar tirando a la basura.
Es una de las formas más fáciles de empezar a ordenar.
Lo primero, coge una bolsa y comienza a tirar todo aquello que sabes y tienes claro, que es basura. Por ejemplo, los botes vacíos, propaganda, cajas de cartón usadas, lo que este roto y no tenga arreglo, bolsas de plástico esparcidas… ¡todo!
La verdad, es que yo utilizo 3 bolsas: una para el plástico, otra para el papel y una distinta para basura, pero si para ti, va a ser un agobio incluir la división, mejor tíralo todo en una misma bolsa. No te preocupes.
Vas tirando poco a poco y, sin darte cuenta, empezarás a ver la zona más amplia y una superficie despejada. Y lo mejor de todo, serás consciente de tu progreso, y esa motivación te ayudará a continuar.
- Empezar por la zona que más te motive
La mejor decisión que puedes tomar, porque la motivación es clave y cuando aparece, es la mejor aliada que se puede tener.
No importa que espacio hayas elegido para ordenar: el armario de la ropa, el trastero, el baúl de los recuerdos, lo importante es la decisión que has tomado y que disfrutes haciéndola.
- Empezar por un espacio pequeño
Comenzar con pequeños pasos, ayuda a conseguir la meta.
- Un cajón de la cocina.
- La superficie de una mesa.
- El botiquín.
- La caja de herramientas.
- La caja de juguetes.
Cuando termines de organizar y veas el resultado, será tu incentivo para continuar con algo un poco más grande.
- Empezar por lo que más te molesta
Cuando nuestro esfuerzo se ve recompensado con buenos resultados, nos anima a continuar, pero hay veces, que nos encontramos con pequeños estorbos, que nos impiden mantener el orden.
Por ejemplo, los bolsos y los abrigos que acaban en sillas o mesas, porque no tienen un sitio definido. Quizás, poniendo un simple perchero a la entrada de la casa, consigues que no estén por el medio.
Otro ejemplo, siguiendo con los bolsos y abrigos ¿Cuánta basurilla sale cuando vaciamos el bolso o los bolsillos del abrigo? A lo mejor, poniendo una papelera evitas que se amontone la basurilla.
Cuando lo veas todo recogido, tendrás otro punto de satisfacción a tu favor. Son pequeños detalles que simplifican y hacen más cómoda la vida.
Busca esos pequeños elementos que te hagan la vida más fácil, y determina como solucionarlos.
- Empezar por una solución temporal
Tenemos la solución para un caso concreto, pero por diversos factores no podemos realizarla. Por ejemplo, tenemos en mente comprar una estantería pero por falta tiempo o diferentes motivos, no hemos podido hacerlo.
Podemos intentar solucionar temporalmente la situación.
Con unas cajas apiladas, se puede hacer una estantería provisional, y guardar en ella, todo lo que esté por medio y molestando.
- Empezar a ordenar por categorías
Esta es la forma más evidente de ver todo lo que tienes, y de ser consciente de cada cosa que posees.
Busca un espacio limpio y despejado, y comienza a depositar juntos, los objetos de una misma categoría.
Por ejemplo, con la ropa.
- Pantalones
- Camisetas
- Abrigos
- Faldas
- Calcetines
- Etc.
Cada prenda en su categoría. Cuando tengas apiladas las categorías, descubrirás que tienes demasiada ropa, serás consciente de todo lo que tienes repetido, encontrarás artículos que habías olvidado, y verás la cantidad de cosas que no usas, ni necesitas.
En este punto, revisa primero una categoría y luego continua con otra, así será más fácil decidir qué quieres o qué necesitas, de cada grupo.
No te olvides, que antes de guardar cualquier pieza debes probártela, para comprobar si realmente te sienta bien, si te gusta o si la vas a usar.
No te pongas trampas tipo: “es que está nuevo”, “algún día lo podré usar, aunque sea en carnaval”, “seguro que vuelve a ponerse de moda”, “el color es muy bonito” …
Si has decidido ordenar y no morir en el intento, procura centrarte en pensamientos positivos con lo que de verdad te gusta: “¡qué bien me queda!”, “¡es mi talla!, “¡pero si estoy guapísima!”.
Otras categorías que puedes utilizar, cuando ordenas tu casa
Utiliza bolsas o cajas grandes, con un cartel indicando, lo que es cada una.
Donar: Las prendas deben estar en buenas condiciones.
Vender: Elije el canal que más te guste para la venta de ropa de segunda mano
Regalar: Decide a quien se lo vas a regalar y porqué. No se trata de vaciar un armario para llenar el de otra persona.
Tirar: Todo lo que esté roto y no tenga arreglo, lo que no vale ni para trapos, la ropa interior…
Devolver: A la persona o habitación que le pertenezca.
Espero que este post te ayude a empezar a ordenar tu hogar y no morir en el intento. Es preferible ir poquito a poquito, sin prisas y sin pausas.
Si quieres comentar o pedir algún consejo sobre la organización en el hogar, no dudes en contactar.
Gracias por tu atención.