En este post, La cocina: ordenar productos y objetos, el objetivo es conseguir que la cocina sea funcional, cómoda y práctica. La Cocina es una de las zonas más visitadas de la casa, realizamos un montón de actividades desde cocinar a picotear, pasando por abrir y cerrar puertas y cajones para buscar o guardar cualquier cosa.
El problema es que en la cocina es muy fácil acumular. Se pueden tener 4 sartenes y que solo valga una, o tener una colección de especias caducadas cuando solo se utilizan 3, o llenar un cajón de cosas inservibles de “por si acaso lo necesito” con pilas, gomas, cupones caducados, sobrecitos de azúcar, palillos chinos, bolsas de la compra, etc., bueno ya sabes de que te hablo.
La cuestión es que la acumulación nos impide tener un espacio libre en la encimera para poder cocinar a gusto. También nos impide encontrar lo que necesitamos porque hay que remover todo para localizarlo, y lo peor, por más que tú lo intentas, la cocina nunca se ve recogida.
Es conveniente, hacer un cribado de lo que no necesitamos, no vale o está caducado. Con ello, conseguirás más espacio en la cocina, más funcionalidad y más comodidad.
Como en todas las situaciones de organización, hay que empezar eliminando y clasificando.
Primero, vamos a empezar con los productos de la nevera y la despensa, y luego continuaremos con los objetos.
Los productos de la nevera.
Tenemos la idea preconcebida de que la nevera siempre tiene que estar llena y con mucha variedad de productos, pero no pensamos que la mitad de los productos acaban tirándose a la basura porque han caducado o estropeado, y este gesto supone una pérdida de tiempo y de dinero. Para eso, no merece la pena llenarla.
Así que empieza, tirando a la basura todo lo caducado, el limón solitario, las bolsitas de kétchup y mostaza que regalan y llevan años ahí, los botes de mermelada o mayonesa abiertos desde no se sabe cuándo, la lechuga mustia, y todo lo que veas para tirar.
El siguiente paso será, sacar todos los productos para limpiar a fondo la nevera.
Cuando esté limpia, unificaremos los productos para meterlos en la nevera: los quesos juntos, los refrescos en un mismo sitio, los yogures igual, y así con todos los productos.
Una vez unificados los productos, hay que ver la caducidad de cada uno y ponerlos en orden para su salida. Al fondo, los recién comprados y en la parte delantera, los más próximo a caducar. Exacto, como en un supermercado.
Los productos de la despensa
Actúa igual que con la nevera. Empieza tirando a la basura lo que esté caducado, lo que no usas, lo que no valga, lo que sabes que no te vas a comer o no te guste.
Saca todos los productos y unifícalos: latas juntas, arroces, pasta, aceites, etc. Aprovecha para limpiar la despensa. Antes de guardar los productos, piensa como ubicarlos para que sea lo más funcional y cómodo para ti.
Por ejemplo, los productos pesados, abajo. Los que utilizas con más frecuencia, que estén al alcance de la mano.
No sólo se trata de poner en orden los productos de tu cocina, sino también evitar desperdiciar alimentos, e indirectamente colaborar con el medio ambiente. Sabemos que la producción alimenticia genera contaminación, y si encima nosotros tiramos alimentos sin consumir a la basura, se genera el doble de contaminación más el cargo de conciencia, si lo hubiera.
Con el detalle de unificar los productos comprobarás que el gasto será menor, porque sabrás lo que tienes y lo que debes comprar.
Aunque sólo sea por tu economía, evita comprar en exceso si sabes que sueles tirar comida sin consumir.
Los objetos de la cocina en orden.
Ahora vamos a pasar a organizar los objetos de la cocina.
Lo primero, que debes hacer es buscar una zona despejada donde depositar todo lo que vas a sacar de los armarios y cajones. Puede ser una mesa, el suelo limpio o la encimera, lo que mejor te vaya.
Saca todo y clasifícalo por categorías, puedes dividirlo en 4 partes para que sea más cómodo: Electrodomésticos, textiles, accesorios y vajilla. Aprovecha y limpia los armarios y cajones.
Ahora debes observar, durante unos minutos, todo lo que tienes. Vas a ser consciente de la cantidad de cosas que tienes, lo que realmente quieres y de todo lo que no necesitas.
En este punto debes decidir, antes de guardar nada, que vas a hacer. Tienes varias opciones, si está en buenas condiciones: regalar, donar o vender. Y sino, directamente, a la basura. Los objetos de la cocina tienen 4 sitios para su reciclaje: punto limpio, contenedor verde, azul o amarillo.
Empieza tirando lo más fácil y evidente
- Lo que esté roto y no se pueda arreglar.
- Todo lo que esté repetido en exceso: los botes de cristal que guardas y nunca usas, los tupers o fiambreras y sus tapas desparejadas, las tropecientas bandejas, etc.
- Todo lo que esté rayado, mellado, quemado o doblado
- Todo lo que esté triplicado ¿necesitas 3 batidoras?
- Los vasos de propaganda que ya ni decoran.
- Las tablas de cortar.
- El exceso de bandejas.
Sólo con esta primera criba, notarás como se despeja la cocina.
Cuando te decidas a guardar, piensa en lo que sea más práctico para ti. Por ejemplo, tener la vajilla al alcance de la mano y los cubiertos en el primer cajón.
Antes de guardar cada objeto, pregúntate “Realmente, ¿lo necesito? ¿lo utilizo? ¿lo quiero?” y sin darte cuenta, estarás haciendo una segunda criba.
Quédate con lo útil, necesario y si es bonito, mejor. Si no los vas a utilizar, volverán a ocupar un espacio necesario, seguramente, para todo lo que tienes sobre la encimera.
¡Disfruta de la cocina!
La cocina es un espacio a disfrutar igual que cualquier otra estancia del hogar, con la diferencia de que en ella se cuece parte de la base de la felicidad: la comida. Por eso debemos prestar atención a esta zona, para hacer de ella una estancia más agradable y que motive hacer uso de la misma, evitando tener cosas innecesarias que quizás en su día lo petaron por la novedad, pero actualmente ni lo usas ni lo disfrutas.
Espero que esta información te sea de utilidad. Si quieres comentar o pedir algún consejo, no dudes en contactar.
Gracias por tu atención.
